La eterna discusión. Siguen pasando los años y los especialistas no logran ponerse de acuerdo. Hay quienes consideran que, en toda producción audiovisual, el fondo (el contenido) está por encima de la forma (la técnica).
Así, insisten en que es más importante elaborar un buen guion que tener un producto cargado de excelentes efectos y animaciones. De este lado se encuentran aquellas personas que valoran, por ejemplo, los videos con bajo presupuesto, pero con una gran historia detrás y bien contada.
En un ángulo opuesto están quienes le dan mayor peso a la forma, es decir, a todos esos recursos técnicos que componen la pieza audiovisual. Según argumentan, estos elementos generan mayor impacto visual y sonoro. Aquí está el público que prefiere las películas con efectos especiales, aunque la historia que hay detrás sea simple.
En cualquier caso, lo cierto es que, en estos tiempos en que la audiencia se vuelve cada vez más exigente, se debe lograr un equilibrio, una armonía, el dorado punto medio. Y el booktrailer que elaboremos debe apuntar precisamente a intercalar el fondo con la forma.
No basta con tener los mejores efectos, si el guion es pobre y sin un hilo narrativo. Del mismo modo, por muy bueno que sea este último, si la técnica que se muestra es paupérrima o muy básica, generará esa sensación de carencia y dejará un mal sabor en los potenciales lectores.
Al momento de pensar en la elaboración del booktrailer se debe pensar en el conjunto, pues quienes vean el producto lo verán como un todo. La valoración que se haga será de toda la presentación, los elementos no se considerarán de manera aislada. De ahí que sea importante siempre ponerse en el lugar del lector y plantearse la pregunta: “¿Qué me gustaría ver en este video?”.
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